Las PYMES en América Latina tienen el reto de ajustarse a la modernidad para competir en un mundo de negocios globalizado. La realidad tecnológica actual, permite a un negocio local obtener y dar servicio, gestionar su información y proponer sus servicios, desde cualquier sitio y a cualquier cliente del mundo. El reto está en adaptarse a los niveles de servicio y calidad que el alcance sin fronteras propone y estar dispuesto a la sofisticación de exigentes condiciones de seguridad y certeza de la información digital.
Diseccionemos esta decisión asumiendo la administración de identidad y más aún, de identidades con privilegios de gestión de información, que deben ser administrados, en el punto de partida de las decisiones de seguridad que apuntan a modelos de ZeroTrust.
La administración de identidades privilegiadas (PAM, por sus siglas en inglés) se ha convertido en un componente crítico de la estrategia de ciberseguridad para las PYMES. A medida que estas organizaciones se integran en cadenas productivas más amplias y complejas, la protección de sus activos digitales y la gestión adecuada de los accesos se vuelven esenciales para salvaguardar no solo su información, sino también la de sus socios comerciales. Esta protección de activos e información es un factor normativo sin cuyo cumplimiento no es factible competir y trascender.
La PAM se refiere a las estrategias y tecnologías utilizadas para gestionar y proteger las cuentas con privilegios elevados dentro de una organización. Estas cuentas son particularmente atractivas para los ciberdelincuentes, ya que permiten acceso a información crítica y sistemas sensibles o bien, son la puerta de entrada para escalar a cuentas con mayores privilegios y mediante movimientos laterales tomar el control de la información.
La implementación efectiva de PAM ayuda a prevenir accesos no autorizados, minimiza el riesgo de violaciones de datos y movimientos laterales y asegura el cumplimiento normativo.
Las PYMES enfrentan un panorama creciente de amenazas cibernéticas. Según un reporte de INCIBE, el 43% de las PYMES sufrieron un ataque cibernético en 2023, con un costo medio por incidente que puede alcanzar hasta 2,2 millones de dólares. Esto resalta la necesidad urgente de robustecer las defensas de ciberseguridad, donde la PAM juega un papel crucial al limitar el acceso a información sensible, restringir al mínimo los privilegios, colocar candados a los servicios críticos y al monitorear actividades inusuales.
A medida que las PYMES se integran en cadenas productivas más amplias, su seguridad se vuelve interdependiente con la de otras organizaciones. Un ataque exitoso a una PYME puede comprometer toda la cadena. Por ejemplo, una empresa que suministra componentes electrónicos a una gran firma automotriz, debe asegurar que sus sistemas estén protegidos contra accesos no autorizados, ya que cualquier filtración podría impactar negativamente en su cliente principal. (Normativa TISAX)
En el sector salud, por ejemplo, donde se maneja información extremadamente sensible y se realizan procedimientos impostergables, la PAM es vital. Un caso notable es el uso de soluciones PAM por parte de clínicas y hospitales para gestionar el acceso a registros médicos electrónicos. La implementación de controles estrictos sobre quién puede acceder a estos datos no solo protege la privacidad del paciente, sino que también asegura el cumplimiento con regulaciones como HIPAA., evitando sanciones y reduciendo el riesgo para los pacientes de la institución y la continuidad de los servicios y procedimientos médicos.
Otro ejemplo de uso prioritario de un sistema de administración de accesos privilegiados se da claramente en el ámbito bancario, las PYMES que ofrecen servicios financieros, como Fintech y SOFOMES, deben adoptar PAM para proteger las cuentas administrativas que manejan transacciones críticas. Por ejemplo, una pequeña entidad financiera que implementa un sistema PAM que limita el acceso a sus plataformas bancarias solo a empleados autorizados, otorga mayor certeza a la gestión de información y seguridad a sus clientes. Esto no solo reduce el riesgo de fraude interno, sino que también mejora la confianza del cliente al demostrar un compromiso serio con la seguridad.
La adopción de PAM no solo mejora la seguridad, sino que también proporciona beneficios estratégicos:
Mejora del Cumplimiento Normativo: Las regulaciones en sectores como banca, gobierno y salud requieren controles estrictos sobre accesos privilegiados.
Reducción del Riesgo Operativo: Al limitar los accesos innecesarios, limitar los privilegios de usuarios comunes se minimizan las posibilidades de errores humanos o malintencionados.
Confianza del Cliente: Proteger los datos sensibles fortalece la reputación empresarial y genera confianza entre clientes y socios comerciales.
Si deseas conocer más sobre PAM (Privileged Access Management) en Onistec hemos integrado un acervo informativo alrededor de los proveedores líderes en el mercado, cuyas marcas están en nuestro portafolio de servicios, así como historias de éxito, infografías, hojas técnicas y guías que permiten la adopción inmediata de esta importante estrategia de seguridad de la información y su gestión.
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